Cuando falta un ingrediente en la receta

Por Juan Pablo Figueroa R.

En estos días cocinar en casa es una especie de entretención, para algunos. En el período de cuarentena, la tortilla española, los garbanzos guisados, porotos con riendas, pizzas veganas, caldos…son desafíos gourmet. En este aprender , tanto la receta, como los ingredientes son vitales, y la adaptación a la escasez llama a la creatividad.

Con los medios de comunicación pasa algo parecido. Las recetas deben adaptarse a ciertas realidades. Actualmente, los medios de comunicación tradicionales, en especial, los medios escritos han tenido una intensa caída, en el contexto de los últimos años y meses. El viernes 15 de mayo, por ejemplo, circuló la última edición impresa de Publimetro, siguiendo el camino de Revista Capital; mientras Copesa y El Mercurio desarrollan estrategias para mantener sus activos editoriales. Así por ejemplo, El Mercurio adapta los formatos de sus revistas de fin de semana y las incorporan a la modalidad tradicional de cuerpo del diario para bajar costos.

Si bien en los últimos años se observa una caía en el nivel de lectoría e inversión publicitaria en los medios escritos… la pandemia se ha encargado de despojar de “ventiladores mecánicos”, “respiradores artificiales” a muchos medios , agudizando el estado critico, llegando a un destino terminal.

También las revistas sectoriales han tenido que implementar diversas estrategias para mantener su continuidad. En el caso de Contraseña Magazine, crear nuevas plataformas digitales para tratar de fidelizar a un grupo reducido de avisadores, que en estos tiempos consideran aún más valiosa la inversión en comunicación sectorial (B2B).

Pero más allá de la imposibilidad de poder distribuir revistas impresas, del auge de las plataformas digitales, podríamos mencionar cientos de ejemplos que, en este contexto, no han sufrido “fatiga de material”. Porque si bien hay que adaptarse a ciertas momentos, los medios impresos ofrecen una diferenciación, atractivo y atributos que, obviamente, lo hacen indispensables, pero con mayor fuerza cuando, además, ofrecen un buen contenido, capaz de atender las necesidades efectivas de su audiencia. Naturalmente, complementa su medio físico con plataformas digitales, multimedia. Y, a la vez, ofrecen puntos de reflexión sobre el devenir. Hoy lo que está en crisis es el contenido. No hay profundidad y todos los medios comparten la misma agenda temática, la mismas fuentes y prisma de la noticia. El ego de algunos “rostros” se eleva hasta topar con el descriterio. La superficialidad, la inmediatez, la economía mal entendida, han debilitado el mayor capital de un medio: la información veraz, relevante y en conexión con la sociedad y los verdaderos motivos que la inspiran.

Forma y fondo , como en el caso de la cocina, no basta con la estética de un plato, es indiscutible el sabor . Para quienes tenemos pasión por la cocina, como también pasión por la impresión, es el momento de mayor espesura.

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